Para las personas que se ponen la cruz de ceniza
Dijo Leonardo Castellani: “He aquí las dos grandes mentiras del mundo. Pero no hay ninguna mentira que no tenga algo de verdad —una mentira pura no se podría sostener—. El mundo predica del hombre dos verdades: la grandeza de su alma y la miseria de su cuerpo. Pero ignora del hombre dos verdades: la miseria de su alma, que es el pecado original, y la grandeza de su cuerpo, que es la resurrección final”
Para las personas que hoy se pusieron la cruz de ceniza, vengo a hablarles brevemente de algo muy importante; “Polvo eres y en polvo te convertirás” es un llamado a que sean coherentes con lo que significa el ritual. Estamos en una breve estancia en la tierra y las vidas están dedicadas a la superficialidad extrema, sin medida. Por culpa de los publicistas este mundo es un lugar invivible. Este llamado es a volverse un poco mas conscientes de la realidad. Ya paren esa vida de apariencias, desenfreno del consumismo en donde un día en un comercial de televisión te dicen que eres un semi dios y al siguiente anuncio te tratan como podredumbre y te sacan del círculo de consumo. Mas muchachos y muchachas deprimidos por culpa del mercadeo, por querer vivir vidas de mentiras, por extralimitarse en viajar, por desechar empleos estables y condenar a los hijos a una vida de angustias.
Vamos de regreso para la tierra y la miseria moral de la gente es aguda. Los Millenials son los herederos y replicadores de ese mundo que los publicistas les venden. Mas descontento, mas depresión, mas enfermedad de vivir.
“Hombre —exclama el mundo superficial— tú eres libre; no te sujetes. Tú eres rey; no obedezcas. Tú eres hermoso; goza; todo es tuyo. Pueblo soberano, tú no debes ser gobernado por nadie, sino gobernarte a ti mismo. Rey de la creación, la ciencia y el progreso ponen en tus manos la tierra toda. Animal erguido y blanco, tu cuerpo es hermoso, no lo ocultes. Tu cuerpo es la fuente y el vaso de un mundo de placeres: bébelos. El dinero es la llave de este mundo: procúratelo. Los honores, las dignidades, el mando son un manjar de dioses; la fama es el ideal de las almas grandes; la ciencia es la aristocracia del alma. ¡A luchar! ¡A arrebatar tu parte! ¡A triunfar! ¡A echar fuera a los otros! ¡Si eres pobre: asalta a los ricos! ¡Si eres rico: exprime a la plebe!”
No te pongas la cruz si eres una miseria afanada por viajar, montar un start up entregándole tu vida al diablo y pasando por encima de los demás, humillando a la gorda, al pobre, al “guiso” y al “manteco”, al obrero. No te pongas esa cruz si eres de la tribu urbana de “derecha” asalariada provincial, no te la pongas para pedir guerra, no te arrodilles a rezar pues tu vida es ridícula; tu fin es desconocido. Engañado por los fantasmas de las cosas hermosas que te prometen la felicidad en los anuncios, corriendo sin saber adónde, dando tumbos por la vida con las pupilas dilatadas metido en una secta hasta dar el gran salto del que nadie vuelve: vender tu alma ¿quieres saber lo que es en el fondo? Son solamente sublimaciones del instinto del sexo que llevas en la subconsciencia pero lo escondes y te vas a arrodillar a la iglesia o a ponerte la ceniza para salir a ser mas arribista, desgraciado consumidor desmedido que te haces tatuajes por moda, que vas en Uber para aparentar mas falsedades. Ser ridículo y contradictorio venido a mas por un sueldito que te amarra las patas en un cubículo para comprar mocasines. No hables en nombre de Dios porque todo lo que sale de ti es inmundicia arribista y consumista.
Te amo